Sunday, March 15, 2009

I CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE EL CARIBE: EL MITO DE LA MUJER CARIBEÑA

Madrid, 16 al 19 de noviembre de 2009

Convocatoria a ponencias

YoSoyElOtro conjuntamente con el Grupo Kóre de Estudios de Género y la Universidad Carlos III de Madrid, invitan a reflexionar sobre “el mito de la mujer caribeña”, con el propósito de abrir un espacio para el intercambio académico, artístico y sociocultural por medio del encuentro de investigadores, especialistas, artistas y demás, interesados en los estudios de género y del Caribe. Este Congreso se presenta, para explorar el más allá de los límites del Caribe Hispánico (continental e insular) y abordar -con el resto de las Antillas- la poética de esas relaciones históricas, literarias, artísticas, afectivas y siempre actuales entre el Caribe y el espacio europeo. Desde el enclave de la caribeña y la antillana, desde el mito, entre otros, de sus cuerpos sexuados dentro de un mundo, no tal como es, sino como quiere -o ha querido- representarse.

Las áreas temáticas sugeridas:

I. Origen del Caribe y la construcción de su imaginario.

II. El nacimiento de un mito: Habitantes del Caribe, visiones desde dentro y fuera.

III. De la puta a la sumisa: Mujer caribeña y estereotipos. Del culebrón al cine de autor.

IV. La mujer caribeña y la literatura: Entre la ficción y el disfraz.

V. Cuerpo femenino y el exorcismo del mito: La mujer caribeña en el arte.

VI. La femme fatale o la engañada: La mujer caribeña en su música. Del son al reggaeton.

VII. El deseo del otro: El turismo sexual, la propagación del mito.

VIII. La desterritorialización del ser caribeño: Diásporas infinitas.

IX. La mujer caribeña en Europa: Visiones de identidad.

X. Entre lo mágico y lo religioso en el Caribe.


Condiciones de participación y plazo

Aquellos/as interesados/as en presentar una comunicación tendrán que enviar por correo electrónico un resumen de su ponencia de entre 200 y 300 palabras, junto al cual se debe adjuntar el título, nombre del autor, institución a la que pertenece y datos personales. El plazo para el envío de los resúmenes termina el 15 de julio de 2009, y se enviarán a la siguiente dirección de correo electrónico:
convocatoria@yosoyelotro.org

El comité organizador acusará recibo de las propuestas y antes del 20 de septiembre se notificará la aceptación de las mismas por parte del comité científico. La lectura de las comunicaciones no deberá exceder los 20 minutos y estas podrán presentarse en francés, inglés o español. Se publicarán unas actas con las comunicaciones aceptadas, cuyas normas de publicación y plazos se remitirán a los interesados por correo electrónico tras la celebración del Congreso.

Inscripción


La cuota de inscripción es de 25 euros para comunicantes y de 10 euros para asistentes con diploma de asistencia, sin comunicación. Estudiantes de la Universidad Carlos III de Madrid y de la Universidad de Puerto Rico, serán eximidos del pago de la cuota de inscripción. El ingreso se realizará tras la aceptación de la comunicación en una cuenta bancaria que se le detallará a los/las comunicantes. A los asistentes rogamos se pongan en contacto con la organización.
Para cualquier tipo de duda o consulta, los datos de la organización son los siguientes:

YoSoyElOtro (www.yosoyelotro.org)
Persona de contacto: Deborah Elías (email: deborahelias@yosoyelotro.org )
Móviles o celular: +34 660 263 956 // +34 610 030 202
Dirección: Universidad Carlos III de Madrid. Edif. ORTEGA Y GASSET (17.2.37)
C/ Madrid, 126. 28903 Getafe (Madrid) España


Sede:





Universidad Carlos III de Madrid








Organiza:


YoSoyElOtro
Patrocinan:


Universidad de Puerto Rico - Recinto Río Piedras



XIII Congreso Internacional de Filosofía Latinoamericana “La Integración de América Latina y de El Caribe: Balance y Perspectivas”


Universidad Santo Tomás

Facultad de Filosofía y Letras

Maestría en Filosofía Latinoamericana

Vicerrectoría de Universidad Abierta y a Distancia, VUAD

Departamento de Humanidades y Formación Integral

XIII Congreso Internacional de Filosofía Latinoamericana

“La Integración de América Latina y de El Caribe: Balance y Perspectivas”

24, 25, 26 y 27 de Junio de 2009. Bogotá, D. C., - Colombia


Justificación:
La Universidad Santo Tomás a través de su Facultad de Filosofía y Letras ha venido realizando cada dos años, desde 1980, el Congreso Internacional de Filosofía Latinoamericana, que ha convocado destacados pensadores de América Latina, de Europa y de Norte América, con especial resonancia en el ámbito nacional e internacional.
En el marco de las actividades conmemorativas del Bicentenario de la Independencia, el XIII Congreso Internacional de Filosofía Latinoamericana versará sobre: La Integración de América Latina y de El Caribe: Balance y perspectivas, tema que viene gravitando desde los inicios de nuestros procesos independentistas.
La integración de América Latina y de El Caribe es un proyecto, un destino y una vocación que han cobrado carácter recurrente en nuestro decurso histórico, desde la segunda mitad del siglo XVIII, con diversos matices en torno a las ideas de: América, Hispanoamérica, Iberoamérica, Indoamérica, Latinoamérica y Patria Grande, como respuesta al colonialismo, al neocolonialismo y, hoy, a la globalización capitalista de la economía y, en general, a la denominada globalización o mundialización.

En los albores del siglo XXI se ponen de manifiesto las condiciones históricas óptimas y necesarias para hacer realidad la idea y los ideales de la integración; para hacer realidad la constitución de una Comunidad de Naciones y Pueblos Latinoamericanos y Caribeños.

La integración de América Latina y de El Caribe, como tema y como problema filosófico, comporta distintos escenarios y dominios: integración económica, política, jurídica, cultural, educativa, solidaridad subcontinental, identidad e identidades, unidad y diversidad lingüística, ciudadanía supranacional, ecología, bioética y ecología humana, responsabilidad planetaria de los Estados Comunitarios, entre otros.

El tema del Congreso será abordado desde la Filosofía Política, la Filosofía Social, la Filosofía de la Economía, la Filosofía del Derecho, la Filosofía de la Cultura, la Filosofía de la Educación, la Ética, la Cosmología o Filosofía de la Naturaleza, la Filosofía de la Ciencia y de la Tecnología, la Filosofía de la Religión, entre otras, a partir de distintas Ponencias Centrales, que se programan en las mañanas, y que establecen los lineamientos de las Mesas Temáticas, que se desarrollan usualmente en las tardes.

Propósito General:
A partir de la reflexión crítica sobre el proceso histórico y la realidad actual de la integración de América Latina y de El Caribe, el XIII Congreso Internacional de Filosofía Latinoamericana se propone dialogar sobre los desafíos y oportunidades que plantea la geopolítica contemporánea, en el marco de la denominada globalización o mundialización, y presentar alternativas viables para la constitución de una Comunidad de Naciones y Pueblos Latinoamericanos y Caribeños.

Objetivos

1. Sopesar los alcances, limitaciones y oportunidades del Proyecto de Integración de América Latina y de El Caribe, en su decurso histórico.

2. Revisar los marcos conceptuales e ideológicos que constituyen el trasfondo de los procesos y de los acuerdos de integración latinoamericana y caribeña, en campos como el jurídico, el político, el económico, el cultural, el religioso, entre otros.

3. Valorar experiencias significativas de integración latinoamericana y caribeña, realizadas en los sectores: productivo, científico, tecnológico, ambiental, político, educativo, cultural, entre otros, y sus repercusiones en los procesos históricos identitarios y en el proyecto de constitución de una Comunidad de Naciones y Pueblos Latinoamericanos y Caribeños.

4. Presentar la Declaración de Bogotá: La Integración de América Latina y de El Caribe, para su eventual incorporación en la Agenda Prioritaria de los Gobiernos Latinoamericanos y Caribeños.
Información y contactos:

Sunday, March 8, 2009

Una novela muy vieja con unas alas enormes… pero cortadas




Gabriel García Márquez.

La hojarasca [i]

Bogotá: Ediciones SLB, 1955.

137 p.


Leer la obra narrativa y periodística de Gabriel García Márquez que fuera publicada antes de la aparición de Cien años de soledad (1967), y de la fastuosa ceremonia en que el costeño en liqui-liqui de lino blanco, recibe la medalla del Premio Nobel de Literatura de 1982, de manos de su majestad el rey Carlos Gustavo de Suecia, implica una profunda tarea de arqueología cultural.

Para decirlo en lenguaje llano, implica barrer con la hojarasca que sobre esta obra anterior han acumulado esos grandiosos acontecimientos literarios y mediáticos: dejar a un lado la etiqueta de realismo mágico, con levitación de remedios la bella y mariposas amarillas en un desfile de Silvia Tcherassi, incluidos; leerla como una novela escrita por un principiante, “un pretendiente”, diría mi profesora Diana Diaconu (Departamento de Literatura, Universidad Nacional de Colombia), siguiendo a Pierre Bourdieu.

La novelita de García Márquez –y uso ese adjetivo sólo en alusión a lo breve- que apareciera en una editorial desconocida, luego de ser rechazada categóricamente por Losada, fue publicada en 1955, el mismo año en que el Fondo de Cultura Económica sacaba, con el número 19 de su colección “Letras mexicanas”, la contundente novela Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Pero según nos recuerda el escritor José Luis Díaz-Granados: “La novela tuvo rápida aceptación y el más importante crítico colombiano de la época, Hernando Téllez, no vaciló en calificar a su autor como el más grande novelista vivo del país”[ii]. También tendré que evitar la tentación de vender en 3000 0 4000 euros –según los avaluadores- el único ejemplar de la primera edición de La Hojarasca -con cubierta de Cecilia Porras- que, como parte de la colección Howard Rochester, se conserva en la sección de Libros Raros y Manuscritos de la Biblioteca Luis Ángel Arango, en Bogotá.

Lo primero será decir que, en mi concepto, La hojarasca, a pesar de lo musical y el ambiente de otoño parisino que evoca, no es un título congruente con el argumento y la trama oculta de esta novela inicial, dentro de una saga narrativa demoledora en la tradición de la narrativa latinoamericana del siglo XX. Como la novela menciona, casi de pasada, la hojarasca refiere a aquella avalancha de aventureros, de seres foráneos en busca de fortuna, que invaden Macondo –ya Macondo por siempre- como parte del auge de la economía de esta región del Caribe colombiano, que se debe al establecimiento de las compañías bananeras y del moderno medio de transporte que significaría el ferrocarril.

Pero para la época en que nos ubica la novela esa hojarasca ha desaparecido casi totalmente, se ha ido con la United Fruit Company, tras el gran escándalo político que significó la masacre, entre el 5 y 6 de diciembre de 1928, en Ciénaga, Magdalena, de más de 1000 obreros bananeros, según cifras no muy claras aún. Este hecho, sintomático del fracaso del proyecto político de las élites regionales, deviene simbólico de la crisis de imposibilidad de la “modernidad” en el Caribe colombiano, tal como nos lo han presentado dos de las novelas colombianas más leídas del siglo XX y herederas de este imaginario colectivo: La casa grande (1954), de Álvaro Cepeda Samudio y la propia Cien años de soledad (1967).

Pero en La hojarasca el contexto no parece aún preparado para enjuiciar ese hecho sangriento, obsesión narrativa que acompañará a García Márquez hasta su exorcisacion plena en su novela-fetiche ya mencionada. El argumento visible deriva por los trazos de vidas sin luz, que giran en torno al cadáver del médico extranjero, al parecer el único recuerdo vivo de la matanza colectiva que sumió al pueblo en la desesperanza y la muerte en vida. Pero la trama oculta, que remite a ese hecho doloroso para el imaginario colectivo, sólo aflora en forma de recuerdos momentáneos, fogonazos de tiempo, que acuden a la mente de los pobladores de Macondo, pero que parece necesario volver a reprimir de inmediato, como ese triste momento en que el médico, veterano de las guerras patrias junto al mítico coronel Aureliano Buendía, le niega asistencia médica, no sabemos por qué, a las víctimas de la masacre que se agolpan a su puerta.

Pero este odio colectivo que acompaña al médico extranjero hasta la muerte, hasta el entierro -ceremonia casi sagrada para las tradiciones culturales locales- no alcanza a encubrir ni a explicar la situación de inoperancia que prevalece en la organización comunitaria del viejo Macondo. Quizás este rencor hacia un individuo concreto y la nueva era que se abre con su aparatosa muerte signifiquen una luz, esa que de manera violenta se hace presente cuando los peones echan abajo la puerta de la abandonada casa del médico:

Y antes de que tengamos tiempo de saber qué sucede, irrumpe la luz en la habitación, de espaldas, poderosa y perfecta, porque le han quitado el soporte que la sostuvo durante doscientos años y con la fuerza de doscientos bueyes, y cae de espaldas en la habitación, arrastrando la sombra de las cosas en su turbulenta caída. Los hombres se hacen brutalmente visibles, como un relámpago al mediodía, y tambalean, y me parece como si hubieran tenido que sostenerse para que no los tumbara la claridad (131-132)[iii]

El derrumbe de esa puerta más que centenaria, simbólico de un proyecto patriarcal en crisis, derrotado por la invasión modernizadora, según la tesis que parece defender la novela, significa una nueva oportunidad, un cierre del prolongado período de duelo colectivo por la masacre de las bananeras[iv]. Más allá de esto la novela sólo nos presenta unos destinos desasidos, sin devenir probable, de hombres viejos que ya vieron la mejor vida posible, de mujeres casadas por la urgencia y a la vez abandonadas, de baúles repletos de ropa de difuntos. Pero la muerte del médico parece alumbrar una esperanza, una segunda oportunidad sobre la tierra para los condenados del proyecto modernizador fracasado.

Las obsesiones de García Márquez en torno a la crisis de los proyectos de comunidad del Caribe colombiano en el siglo XX, prevalecen en su narrativa posterior, en algunos casos amplificadas como pregunta por el fracaso de la nación liberal- burguesa en Colombia. Crónica de una muerte anunciada (1981), novela de la madurez del autor, reproduce la misma puesta en escena del orden patriarcal que parece actuar de manera autónoma en su deseo infalible de castigar las violaciones contra sus imperativos morales y religiosos, la representación de esos espacios semirurales como reductos comunitarios que han escapado irracionalmente a la sin razón de los poderes nacionales y transnacionales[v].

El conflicto es entre la “hojarasca”, los recién llegados y los dueños de la tierra, entre cachacos y costeños, pero dentro de esa pelea entre élites regionales –centrales y periféricas- por repartirse el poder y los contratos, los representantes de las minorías (mujeres, indígenas, afrodescendientes) continúan viviendo en la narrativa de García Márquez su vida subalternizada:

Veo la casa por la ventana y pienso que mi madrastra está allí, inmóvil en su silla, pensando quizás que antes de que nosotros regresemos habrá pasado ese viento final que borrará este pueblo. Todos se habrán ido entonces, menos nosotros, porque estamos atados a este suelo por un cuarto lleno de baúles en los que se conservan aún los utensilios domésticos y la ropa de los abuelos, de mis abuelos, y los toldos que usaron los caballos de mis padres cuando vinieron a Macondo huyendo de la guerra. Estamos sembrados en este suelo por el recuerdo de los muertos remotos cuyos huesos ya no podrían encontrarse a veinte brazas bajo la tierra. Los baúles están en el cuarto desde los últimos días de la guerra; y allí estarán esta tarde, cuando regresemos del entierro, si es que entonces no ha pasado todavía ese viento final que barrerá Macondo, sus dormitorios llenos de lagartos y su gente taciturna, devastada por los recuerdos (129).

Estos seres desesperanzados, a la espera de la desaparición final de Macondo, a manos de un viento apocalíptico, no sólo están atados por la tierra que contiene sus muertos ancestrales, sino por sus baúles llenos de enseres y tradiciones y, primordialmente, por su condición de propietarios de la tierra y sus prejuicios de clase pequeño burguesa desplazada. La ridiculización del intento de la indígena guajira Meme de movilizarse de la condición de empleada doméstica y objeto sexual de sus patrones, a la de esposa legítima y comerciante, es un claro índice de por dónde van las agendas políticas y sociales del narrador. Como otros críticos han tenido oportunidad de señalar, no hay en el macondismo garciamarquiano una verdadera oportunidad de liberación: …” resituado en contextos, el macondismo no es un discurso desde los márgenes, ni habla por los que no pueden hablar. Se convierte, más bien, en discurso hegemónico que allana las diferencias, situándolas por fuera del país, en una cultura ‘otra’” (Walde, 1998)[vi]. El Gabriel García Márquez de La hojarasca se estrena entonces como el cantor nostálgico de una pequeña burguesía rural, desplazada por la reorganización del orden político nacional tras las guerras intestinas de la primera mitad del siglo y por los complejos procesos de industrialización del Caribe colombiano, introducidos de la mano de las multinacionales extranjeras. La liberación social que algunos han querido leer en su proyecto narrativo, no parece haber pasado de ser el canto de un alcaraván de alas cortadas.

Kevin Sedeño Guillén
Universidad Nacional de Colombia /
Fundación Universitaria del Área Andina


[i] La imagen de portada ha sido tomada del sitio Web El bibliómano. www.bibliographos.net/article.php?id_article=624 (7/3/2009).

[ii] Díaz-Granados, José Luis. “La hojarasca, preludio de la epopeya”. La Ventana: Portal informativo de la Casa de las Américas. Sep., 1, 2005. http://laventana.casa.cult.cu/modules.php?name=News&file=article&sid=2705 (7/3/2009)

[iii] Cito aquí por la 10 ed. de La hojarasca en la Colección Índice de la Editorial Sudamericana, de 1974.

[iv] He creído ver en otras zonas de la narrativa garciamarquiana, leídas tradicionalmente como síntoma del desamparo y de la pobreza del Caribe colombiano, optimismo social similar y esperanza de la instauración de un nuevo orden, que debe iniciar necesariamente con una muerte. Véase mi reseña: “El coronel sí tiene quien le escriba: esperanza y escepticismo en el mundo caribeño de Gabriel García Márquez”. Bojeo a la isla. Nov., 16, 2008. http://bojeoalaisla.blogspot.com/search?q=Coronel

[v] Véase al respecto mi artículo: “Tragedia, trasgresión y muerte ritual en la narrativa caribeña: Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez y Tú, la oscuridad, de Mayra Montero”. La narrativa de Mayra Montero: Hacia una literatura transnacional caribeña; Kevin Sedeño Guillén y Madeline Cámara, eds.; pról. Madeline Cámara. Valencia (España): Aduana Vieja, 2008. pp. 177-202 (coautor con Doris Álvarez Ortega y Rocío Mattos Arévalo).

[vi] Walde, Erna von der. “Realismo mágico y poscolonialismo: construcciones del otro desde la otredad”. Teorías sin disciplina (latinoamericanismo, poscolonialidad y globalización en debate); Santiago Castro Gómez y Eduardo Mendieta, eds. México, Miguel Ángel Porrúa, 1998. Disponible en: http://www.ensayistas.org/critica/teoria/castro/walde.htm (12/09/2001)

Monday, March 2, 2009

Abreu: No por Accidente

Por Kevin Sedeño Guillén

Accidente, una de las más recientes novelas publicadas por el escritor cubano residente en Barcelona, Juan Abreu (La Habana, 1952), ha aparecido reseñada sumariamente en algunas revistas cubanas, pero luego de leerla, coincidiremos en que el libro merece mayor atención. Y en verdad es buena letra la de este escritor que salió de la Isla en 1980 a través del traumático éxodo del Mariel. Buena y torcida letra la que escribe un Abreu vitalmente marcado por la experiencia del exilio, que se manifiesta en una literatura mordaz, sarcástica, a ratos grotesca en su juego con lo sórdido...

(Reseña publicada en Revista Espiral, No. 21, mar.-may., 2009. http://www.revistaespiral.org/)