La revista literaria Baquiana acaba de publicar su décimo anuario. Que es como decir que acaba de alcanzar la mayoría de edad. Diez años. Se dice fácil, pero todos sabemos que no lo es. Sus editores, Maricel Mayor y Patricio Palacios, no han escatimado esfuerzos para que el trabajo de los que escriben en español en los Estados Unidos --y en otras partes del mundo-- no se pierda. O para que no languidezcan para siempre en una gaveta. Porque eso es lo que ha sido Baquiana: una muy necesitada plataforma impresa desde la que nuestros escritores pueden darse a conocer. Ha sido una década consagrada a la literatura que merece ser celebrada. Por eso este Anuario X, 2008-2009, es una especie de edición aniversario. Son 68 escritores de diversos géneros. La lista de dramaturgos, novelistas, cuentistas, ensayistas, periodistas y poetas, es interminable. Como lo son sus países de procedencia: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, México, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Un verdadero abanico de nacionalidades.
Hay tanto material en esta edición aniversario que es imposible reseñarlo todo. La nómina de poetas es la más numerosa: 28. Y comienza con María Paula Alzugaray, de Argentina, y su poema --casi un haikú-- La conciencia, hasta terminar con Sobre un dibujo de Balthus, del uruguayo Alberto Villanueva. Las reseñas literarias son 13, entre las que cabe destacar la de En el vientre de la ballena, de Santiago Rodríguez, escrita por Jorge Posada, en la que se dice: ``Es un libro lleno de melancolía y tristeza, pero también de alegría y humor''. O la de Desde las dos orillas, de Marcos Miranda, en la que Josefina Leyva analiza las técnicas usadas en las obras teatrales que aparecen en el libro. En la sección de cuentos hay ocho relatos que comienzan con Uno, dos, tres, de la escritora puertorriqueña María de los Angeles Camacho, siguen con Una forma de morir, de la narradora cubana Rina Lastres, y terminan con La exiliada, del cuentista cubano Rolando D. H. Morelli.
En el ámbito académico puede señalarse el ensayo del crítico literario español, Francisco Javier García Hernández, titulado Personajes a la deriva en dos cuentos de Roberto Bolaño. O Esencia de patria en la poesía de Gladys Zaldívar, escrito por la profesora Ellen Lismore Leeder. Y al igual que en números anteriores, también hay entrevistas. Esta vez, Maricel Mayor entrevista a Carlos Alberto Montaner, y Patricio Palacios lo hace con la traductora mexicana Liliana Valenzuela. Otros autores entrevistados son el poeta colombiano Alfredo Ocampo Zamorano y el escritor argentino Saúl Sosnowski. De las entrevistas se pasa al bloque narrativo con algunos fragmentos de las obras de Jorge Luis Cáceres, Rafael Hierro Rivero y Abraham David Caracho.
En la sección de opiniones se destaca el trabajo del articulista español Víctor Córcoba Herrero, titulado Cuando se cambia la cultura del verso por la cultura de la pedrada, y el del periodista boliviano Víctor Montoya, bajo el título de El origen de los cuentos. El anuario finaliza con tres obras de teatro. La primera de ellas, de un solo acto, es la del dramaturgo peruano José Castro Urioste, titulada Ceviche en Pittsburg; la segunda es un monólogo de Julie de Grandy, titulado Perdida en el laberinto de la depresión; y la tercera, también un monólogo, es de Rita Martín, y se titula Flores no me pongan. La sección cierra con un extenso trabajo de Matías Montes Huidobro, titulado El discurso escénico de la dramaturgia cubana continental.
Se ha dicho otras veces, pero no es ocioso repetirlo. Sobre todo en ocasión de su décimo aniversario: La revista literaria Baquiana es una ventana abierta al quehacer creativo de los escritores hispanos en los Estados Unidos. Es también un crisol de nacionalidades donde todas tienen cabida. Sin excepción. Un necesario oasis --en estos tiempos de crisis-- en el desierto cultural de nuestras comunidades. •
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